El Abismo Que Dios No Puede Cruzar

En nuestro Evangelio de este Domingo, hay una frase que aparece despropósito.

Hacemos las preguntas correctas alrededor del esta lectura, nosotros podríamos preguntarnos: ¿Comó Abraham no pueden cruzar este abismo o al menos lo permitirlo?

En la escena del juicio real de todas las personas, el papel que desempeño Abraham en esta parábola predice el papel que será cumplido por Dios mismo cuando Él juzga toda la gente. Él será Juez final. El tendrá misericordia por los pobres porque los pobres están cerca de su corazón.

Pero una cosa no está clara. ¿Que Dios no puede cruzar ese abismo? ¿Que es el abismo en primer lugar?

Dios, quien es omnipotente y todopoderoso ha establecido los límites dentro de la vida eterna. El abismo que Dios no puede cruzar es el espacio infinito para libertad humana que se desperdiciaron cuando no usamos la libertad que se nos dan para ayudar los necesitados.

La libertad que desperdiciamos, las oportunidades mal usadas, los caminos de caridad que no hemos caminado, los corazones que no se conmueven y los corazones indiferentes frentes de rostro al miseria de otras personas; todos esos se convierten en vacíos y en abismos.

Por lo tanto, el abismo que Dios no puede cruzar es el abismo de la codicia de la humanidad y la irresoluta por la caridad. Este abismo nos separa de Dios y nuestros hermanos y hermanas necesitados.

Pero porque Dios no puede cruzar esta el abismo si Él es todopoderoso y omnipotente?

La respuesta de esta pregunta es qué Dios no puede cruzar el abismo porque esta lugar lo ha rechazado. Se llama infierno. La voz de Dios no puede entrar. El amor no ya puede ingresar en el infierno.

Por eso, mientras estemos vivos, dediquemos nuestras vidas a buscar rostros de miserias en nuestra casa común. Dediquemos nuestro tiempo para lograr oportunidades para caridad y generosidad.

Cuando todavía comemos cada día, significa que Dios nos ha puesto en la posición de la libertad y la poder para hacer un cambio: ayudar a los necesitados y para cerrar la brecha entre nosotros y Dios.

Los pobres encuentran el abismo mientras viven de oídos sordos,

corazones vacíos,

empatía falsa, y

promesas vacías.

Y los ricos sin simpatía lo encuentran en la próxima vida. La pobreza existo por la indiferencia. La riqueza material es una responsabilidad de los que la poseen.